En la región de Orizaba el
tráfico de especies es un problema que no ha sido erradicado y lo mismo
se vende que se compran especies propias de la zona de las altas
montañas y de otras entidades o continentes, denunció el biólogo Jair
Peña Serrano.
Además de atentar contra especies que están en
peligro de extinción por su saqueo, está el hecho de que el mercado de
las especies exóticas puede ocasionar serios problemas de salud pública
al introducirlas de otro continente o país sin una acertada regulación
sanitaria.
ichos animales e incluso plantas pueden
transportar microorganismos, microbios o virus que al entrar en contacto
con otra altitud, temperatura y entorno pueden desencadenar reacciones
que afectan la salud de las personas.
Peña Serrano consideró que entre las especies
propias de la región mexicana que han sido explotadas al grado de su
extinción están los loros mexicanos, algunas especies como el jaguar por
su pelaje, aunque no es un mamífero propio del país.
“Están también los insectos endémicos, aves que
son muy cotizadas por los coleccionistas como las guacamayas, el tucán,
loros y pequeños mamíferos, pero también están las ranas, el alacrán
verde y hasta los perros”, detalló.
Tenemos animales, dijo, que no corresponde a su
habitad, hemos decomisado pitones asiáticos y están en una zona tropical
que no corresponde y puede generar un problema ecológico y de salud
pública en algunos casos muy extremos.
Incluso en el caso del Cangrejo Cacerola hallado
días atrás en este municipio, el biólogo señaló que está más emparentado
con las arañas desde el punto de vista morfométrico, pero sin embargo
es un animal muy cotizado porque su sangre es azul y se utiliza en la
farmacéutica.
“Se utiliza para ver cómo reaccionan ciertas
células o bacterias ante esta sangre y determinar si están infectados,
lo hacen en otras especies similares, esta es pequeña pero hay otras más
grandes y por ello se les debe tener mucho cuidado”, concluyó.