NO hay vuelta de hoja. Las mallas que separan el campo de juego de las tribunas desaparecerán de los escenarios de futbol, según determinó el Comité Interno de Seguridad de la Femexfut, el cual estableció un plazo de aquí al inicio del próximo Clausura 2012, según dio a conocer Decio de María, secretario general del organismo.
La decisión choca con las directivas de Pumas y Cruz Azul, clubes que rechazan la medida al considerar que los escenarios donde juegan como locales no están aptos para ejecutar esa medida, de ahí que ambos se opongan a alinearse en la eliminación del alambrado.
"La arquitectura es un impedimento", admite Mario Trejo, director deportivo auriazul, convencido de los riesgos, en caso de una emergencia, por la fosa que separa el campo de la tribuna, si no existiera la malla.
Guillermo Álvarez, presidente celeste, expone que solamente se ajustaría si el departamento de espectáculos del gobierno capitalino se los exige.
Y Decio de María, en representación de la Federación Mexicana de Futbol, habla de no hacer excepciones: "El tema corre a toda la Primera División; no nada más el estadio Olímpico tiene esta restricción de los fosos, sino muchos otros estadios".
A manera de solución, asegura que la eliminación del alambrado va en paralelo con la instalación de al menos ocho rampas para poder pasar los fosos sin riesgos. "Ahora todos los estadios lo deberán tener para el inicio del Clausura en enero del año que entra", sentencia.
La opción no es exclusiva de la FMF. Decio acepta que tras las múltiples reuniones con autoridades, promovidas por la Secretaría de Gobernación, la intención es estar unificados con mandos federales, estatales y municipales
