Pidamos a
Dios al igual que lo hace nuestro Obispo Marcelino Hernández Rodríguez que como
comunidad vayamos madurando electoralmente y luego de convertirnos buenos
católicos también seamos buenos ciudadanos.
Han comenzado las campañas en busca de las
diputaciones, las senadurías y claro la Presidencia de la República, por ello,
no nos extrañe que los sacerdotes vayan asesorando sobre nuestra
responsabilidad cívica que es tomar decisiones responsables.
Esta última es la palabra clave para acudir a
votar, explica Monseñor, con estricto
sentido de responsabilidad tenemos que actuar de cara a las elecciones.
Le pido a Dios que vayan madurando los tiempos de
elecciones, uno debe decir soy el mismo
buen ciudadano, el católico, el creyente".
Y si los sacerdotes así lo observan y lo practican,
se estará aprovechando ampliamente la
oportunidad de ayudar a que el ser humano madure en su fe, sus principios y valores, explicó.
Estableció que quien es responsable de su voto y al
elegir a sus gobernantes expresa claramente que es un buen creyente.
Y de aquellos a quienes elegiremos, es preciso
decir, que la autoridad que de ellos
emana, primero proviene de Dios, así lo tenemos que asimilar y ellos ejercerla
con pleno sentido de que la autoridad la deben ejercer con equidad y justicia.
Es la misma autoridad que proviene de Dios, es la
que ejercen los padres de familia sobre
sus hijos y debe estar basada en el respeto a la dignidad de la persona pero
ante todo; ser ejemplo de justicia. No se le puede pedir a un hijo que obedezca
que respete, si antes a este no se le respeta, si se le golpea o insulta al
llamar la atención, por ejemplo.
Ser buen cristiano y buen ciudadano es fundamental
para poder dar ejemplo de responsabilidad en nuestra sociedad actual y con
miras a elegir a nuestras próximas autoridades tendremos que poner en marcha
una actitud de responsabilidad, para pedirles que ejerzan autoridad con
justicia y respeto a la dignidad de la persona humana.