Potrerillo.- El Objetivo del Encuentro Mundial de la Familia celebrado
en Milán, Italia, fue de reivindicar el lugar de esta, frente al descanso o la
fiesta, porque ambas cosas están siendo factores que desestabilizan la vida en
familia, en lugar de afianzarla.
Declaró lo anterior el asesor Espiritual de la Pastoral Familiar en la
Diócesis de Orizaba, Presbítero Juan Manuel Solórzano Bernal, quien nos
representó como Diócesis en ese encuentro mundial.
Sostuvo que tanto los
horarios, riesgos y condiciones de trabajo a veces inhumano, afectan realmente
la unidad e integridad familiar.
Y es que a pesar de esto,
las personas en familia no encuentran la oportunidad para integrarse ni
descansar como debe ser, dando en realidad tiempo de calidad. Porque se vive un
enorme individualismo que se refleja porque cada uno de nosotros busca las
opciones que más convienen para descansar o distraerse, ejemplificó.
Recordó que representantes de núcleos sociales de más de 130 países, buscaban cosas concretas para saber cómo los principios de fe pueden redescubrir cuál es el sitio de lugar y descanso que ayuden a la familia.
Recordó que representantes de núcleos sociales de más de 130 países, buscaban cosas concretas para saber cómo los principios de fe pueden redescubrir cuál es el sitio de lugar y descanso que ayuden a la familia.
Y ese cómo, se logrará
trabajando por la unión de los integrantes de nuestra familia. Bajo este
diagnóstico mundial, consideró el Presbítero que en la Diócesis de Orizaba
debemos conservar ese optimismo que nos caracteriza.
Nuestro entorno familiar es de tipo provinciano, no todavía de las grandes urbes donde la persona es solo estadística o ser humano anónimo.
Aquí vivimos la
familia como un elemento aún lleno de vida, a pesar de que los medios de
comunicación difunden aspectos relacionados a una especie de familia que no
corresponde con nuestra fe; tal es el caso de la formación de intentos de
familia con personas del mismos sexo, aprobar o legitimar a las madres solteras
que deciden tener un hijo deliberadamente, solo por cumplirse una meta.
En voz de…Pbro. Juan Manuel Solórzano Bernal Asesor Espiritual de la Pastoral Familiar Diocesana
En voz de…Pbro. Juan Manuel Solórzano Bernal Asesor Espiritual de la Pastoral Familiar Diocesana
"Tener
un hijo para algunas madres solteras se ha convertido en una especie de
decisión deliderada…diciendo quiero un hijo para mí y no importa después cómo
le hago, esas son influencias ideológicas, pero nuestra familia en la Diócesis
es un gran valor".