Es el único nadador
estadounidense que ha participado en cuatro ediciones de los Juegos desde su
debut en Sidney 2000
Michael Phelps llegó a
Londres 2012 como una leyenda viva de la natación, y aunque parece haber dejado
atrás los días en que mandaba en las piscinas sin esfuerzo aparente, se
convirtió en cuatro días en el nuevo rey de los Juegos Olímpicos, con un récord
absoluto de 19 medallas.
Es el broche de oro para el
único nadador estadounidense que ha participado en cuatro ediciones de los
Juegos desde su debut con apenas 15 años en los de Sídney-2000, donde terminó
quinto de los 200 mariposa, su prueba reina.
Sólo algunos especialistas
con buen ojo y su entrenador podían imaginar ese día que el joven se
convertiría en el mayor nadador de la historia.
Cuatro años después, en
Atenas 2004 sorprendió a todos al cosechar seis oros y dos bronces, antes de
subir a la categoría de leyenda en el Cubo de Beijing al superar, con ocho
títulos, a su compatriota Mark Spitz y sus míticas siete medallas doradas de
Múnich-1972.
A sus 27 años y en sus
últimos Juegos, el nadador estadounidense ya había avisado que no trataría de
repetir la hazaña de hace cuatro años, pero la 'bala' de Baltimore necesitaba
tres metales más de cualquier color para escribir una nueva página en la
historia olímpica.
El estadounidense, más
cómodo en la piscina que frente a las cámaras, encontró en el agua su elemento
desde muy pequeño.
Con 10 años, conoció en las
piscinas de Maryland a un visionario, Bob Bownan, que creyó ver un gran
potencial en este niño hiperactivo hijo de policía y de directora de escuela.
Debbie y Fred, los padres
del futuro fenómeno, estuvieron encantados de confiarle al revoltoso Michael,
convencidos de que los duros entrenamientos lo calmarían.
Bowman, que había encontrado una mina de oro, formó en cuatro años a este joven más bien patoso con brazos y piernas interminables y orejas despegadas.
Pocos meses después de los Juegos de Sídney, Phelps estableció el primero de sus cerca de 40 récords mundiales, la mayoría de ellos individuales, tres de los cuales siguen hoy en su poder.
Bowman, que había encontrado una mina de oro, formó en cuatro años a este joven más bien patoso con brazos y piernas interminables y orejas despegadas.
Pocos meses después de los Juegos de Sídney, Phelps estableció el primero de sus cerca de 40 récords mundiales, la mayoría de ellos individuales, tres de los cuales siguen hoy en su poder.
Bowman siguió trabajando con
su pupilo y lo convirtió en una "máquina de ganar" que hoy atesora
también 26 títulos mundiales.
Como norma, Phelps nada 80
kilómetros semanales, en jornadas de cinco horas diarias de entrenamiento. En
cada sesión quema unas 7 mil calorías, por lo que suele ingerir pantagruélicas
cantidades de pasta para compensar.
Tiene un cuerpo
"perfecto". Calza un 49, pesa 84 kg, mide 1,93m y tiene una
envergadura (medida de los brazos extendidos en cruz) de 2 metros.
En las competencias, suele
llegar a la piscina escuchando música de los raperos Eminem y 50 Cent.
Aunque lleva la natación en
la sangre, Michael Phelps quiere también vivir una vida más acorde a la de los
jóvenes de su edad.
Para llegar a Londres
también tuvo que superar una lógica desmotivación.
A mediados de 2011, Michael confesó haber pasado dos años y medio "sin pasión" por la natación, en los que tuvo incluso un desafortunado episodio cuando se publicó una foto en la que se lo veía fumando marihuana.
A mediados de 2011, Michael confesó haber pasado dos años y medio "sin pasión" por la natación, en los que tuvo incluso un desafortunado episodio cuando se publicó una foto en la que se lo veía fumando marihuana.
A Phelps le gusta
"divertirse" y "viajar", como dijo el año pasado en una
entrevista a la AFP, y la vida de un nadador de alto nivel no permite mucho de
ninguna de esas dos cosas.
Sin embargo, a medida que se
acercaba la cita, recuperó el entusiasmo.
Aunque empezó tropezando con
el podio y tuvo más dificultades de las esperadas, en Londres cosechó dos
platas en 4X100 estilos y 200 metros mariposa antes de colgarse, en los relevos
4X200, el oro con el que supera las 18 medallas que la gimnasta soviética
Larisa Latynina amasó de 1956 a 1964.
En cuanto a su futuro, el
nuevo señor de los anillos ya indicó "estar listo" para la próxima
etapa y los desafíos que le esperan fuera de las piscinas, como el desarrollo
de su fundación para promover la natación y una vida sana.
http://www.informador.com.mx/londres/2012/394072/6/michael-phelps-el-nuevo-senor-de-los-anillos.htm